Educación y Sociedad. Alumna: Belén Dávila Recio. Curso 2º B de Magisterio de Educación Primaria.

martes, 26 de marzo de 2013

Dimensiones de la educación. A partir de un artículo de opinión sobre la LOMCE, en que dimensiones podemos ubicarlo.

Las dimensiones de la educación son cuatro y son las siguientes:
  • Dimensión moral: la educación moral ofrece capacitar a las personas para resolver de modo responsable y autónomo las alternativas o conflictos axiológicos que se le presentan.
  • Dimensión social: la educación del individuo está condicionada socialmente y también está la vida social por la educación de los que van a formar parte de ella. Prepara a los individuos para la sociedad e interviene en ésta ante situaciones de conflicto o de degradación de la vida humana.
  • Dimensión económica: al abrirse paso en la economía científica una concepción más amplia del capital que permite su aplicación a los hombres, comienza el desarrollo de la economía de la educación.
  • Dimensión política: esta dimensión política relaciona la educación con la vida pública en general y con el Estado en particular, ya que la Administración del Estado recurre a las ciencias humanas para actuar con eficacia, pasando a formar parte de los contenidos escolares un saber público del individuo para poder mejorarlo.
Ahora vamos a situar las dimensiones de la educación dentro de un artículo de opinión referido a la nueva ley educativa LOMCE. Para ello, a continuación expondré el artículo que he elegido y seguido de este una reflexión de él y una identificación de que dimensión o dimensiones de la educación se tratan en él.
 
Nuevo viraje educativo
El proyecto de reforma facilita la segregación temprana de los alumnos desfavorecidos

El Consejo de Ministros aprobó ayer el proyecto de Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa, que supone un nuevo viraje en un sector que no solo ha de afrontar sucesivos recortes presupuestarios sino las consecuencias de la inestabilidad legislativa. Esta es la séptima reforma en lo que llevamos de democracia y el hecho de que cada vez que hay alternancia política se produzca un cambio educativo de calado es un pésimo indicador, no tanto de la calidad de la enseñanza como de la calidad de la política, pues significa que los gobiernos de turno no han querido o no han sabido consensuar un modelo estable y duradero.
 
Hay medidas que sin duda alguna resultan positivas, como el refuerzo del inglés o de las nuevas tecnologías. El proyecto contiene también cambios muy discutibles, el más importante de los cuales es la aplicación de nuevas revalidas obligatorias al final de la ESO y del Bachillerato y la introducción de un nuevo sistema de segregación temprana del alumnado a partir de los 13 años. Con esta medida la ley mira más al pasado que al futuro y recuerda mucho el sistema que consagró la ley de 1970, que a los diez años ya separaba a los alumnos entre los que irían al bachillerato y los que no. La ley suprime también la selectividad, pero permite que las universidades hagan pruebas de acceso. En la práctica, eso supondrá la sustitución de un sistema objetivo e igualitario, por otro que permitirá la selección con criterios dispares, no homogéneos y propicios a todo tipo de disfunciones. Este sistema, unido al aumento de tasas y la reducción de becas, propiciará la evolución de la universidad hacia un modelo más dual.
 
Wert justificó estas reformas en la necesidad de reducir el alto índice de fracaso escolar. Las cifras son ciertamente preocupantes, pero lo que esta ley garantiza no es una mejora de los resultados académicos del conjunto de los alumnos, sino la segregación temprana de los que tienen dificultades. Es cierto que hay mejorar el rendimiento académico, pero fiarlo todo al fomento de la cultura del esfuerzo resulta reduccionista. En los resultados académicos influye la actitud y capacidad del alumno, pero también las circunstancias sociales en las que se encuentra. El ministro dijo que no se puede tratar igual a los que son diferentes. Cierto, pero ese principio no debe estar orientado a excluir a los desfavorecidos, sino a poner los medios necesarios para poder integrarlos. Establecer vías de segregación en edades tempranas, sin garantizar además un sistema de vasos comunicantes entre las distintas vías que permita rectificar decisiones precipitadas, puede mejorar las estadísticas a corto plazo de los que continúen en el sistema pero a costa de la equidad social y la igualdad de oportunidades. A la larga, la experiencia de otros países demuestra que segregar socialmente hace perder talento y acaba produciendo también peores resultados académicos.
 

Tras leer este artículo, podemos ver que lo que se pretende es acabar con el fracaso escolar con diferentes medidas, que algunas podemos ver que son completamente favorecedoras, como el refuerzo del inglés o de las nuevas tecnologías, pero de otras no estamos tan seguras que vayan a ser las adecuadas, como la introducción de un nuevo sistema de segregación temprana del alumnado a partir de los 13 años. Aunque también se apunta en el texto que parece que esto se haga más por razones políticas que por acabar con el fracaso escolar, cosa con la que estoy de acuerdo porque cada vez que cambiamos de partido en el gobierno sufrimos un cambio, aunque también puede ser que tenga su efectividad aunque se haga por esta razón.
En este artículo podemos ver situadas las cuatro dimensiones de la educación, aunque destaca un poco más la política.
En el primer párrafo del artículo, puedo ver que el artículo se puede situar dentro de la dimensión política, ya que nos dice como se han sufrido varios cambios en las leyes educativas porque cada gobierno no ve bien lo que el anterior gobierno ha determinado.
Después podemos ver también reflejada la dimensión educativa social al hablarnos de esa segregación del alumno a los 13 años, ya que conecta la escuela con los intereses de la sociedad. Con esta segregación podemos ver también la dimensión moral, porque vemos que se pierden algunos valores como la igualdad pero se fomentan otros como la autonomía y la capacidad de elección a una edad muy temprana.
Y la última dimensión que podemos ver reflejada es la económica con ese aumento de tasas y esa reducción de becas.
En conclusión, creo que es un artículo que nos hace reflexionar sobre si la reforma va a ser efectiva y tiene buenos objetivos o todo lo contrario, para ello este hombre nos da su opinión sobre dicha reforma y la verdad que yo no estoy segura si trata de una cosa u otra.

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